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dilluns, 19 de novembre del 2018

UNA VISITA GUIADA AL MUSEO MARÍTIMO

En una mañana lluviosa y desapacible, el grupo de Cultura del Centre Heura llevó a cabo una visita guiada al MUSEU MARÍTIM DE BARCELONA. Las inclemencias del tiempo no coartaron el empeño del grupo que acudió a la cita.
Reunidos en el Centro tomamos un café y nos desplazamos en metro hasta el Museo. Fuimos atendidos espléndidamente por una guía en prácticas, Elen, a la que, por la experiencia vivida con su interrelación con el grupo, le auguramos un favorable porvenir. 
El Museo Marítimo está documentado desde el año 1243 aunque no se abrió al público hasta 1936 y fue mejorado en 1941. En el 2009 fue renovado y sufre una constante ampliación.
Con los comentarios de Elen recorrimos sus diferentes espacios, -algunos de ellos ilustrados con magníficos videos-, y con dioramas y expositores sobre los diferentes oficios relacionados con la construcción de los barcos (carpinteros, calafatereros, constructores de velamen, etc.). 
En otro vídeo pudimos visionar el progresivo desarrollo de les “Drassanes” de Barcelona, las modificaciones que tuvieron que llevar a cabo a causa de la acción agresiva del mar de la que estaba muy cerca, así como de la transformación parcial que tuvo como fortaleza con el fin de prevenir los ataques por mar de otros ejércitos o piratas. También la construcción de naves de mayor tamaño y altura, motivó el que se edificaran nuevas naves con más amplitud. El exterior del Museo conserva aún parte de la muralla de la Barcelona del 1700. Más adelante les Drassanes se abandonaron ya que la construcción naval en España se trasladó a Cartagena.
Como parte del recorrido llegamos hasta la impresionante reproducción a tamaño real de la galera que participó en la batalla de Lepanto. Elen nos ofreció una amplia explicación relacionada con las condiciones de vida de los componentes de la tripulación, -miserables y antihigiénicas- y que no permitían que, encadenados, los remeros se movieran nunca, --ni de día ni de noche-, del puesto que tenían asignado. Con estas condiciones antihumanas su vida tenía una duración media de dos años. Como eran “prisioneros condenados a galeras” su vida no tenía ningún valor.
Detenidamente fuimos visitando los restantes espacios, admirando las ilustraciones, reproducciones y paneles explicativos. Desde un punto elevado contemplamos la cubierta de la galera, los bancos destinados a los remeros, los destinados a la nobleza, las bodegas y la considerable diferencia de condiciones de vida entre unos y otros.
Según cuentan, era tan potente la mala olor que desprendían las galeras a causa de las condiciones higiénicas de sus tripulantes que, mucho antes de llegar a un puerto, ya se sabía que una galera se aproximaba.
Antes de finalizar la visita, Elen nos acercó hasta un pequeño espacio. En los últimos años y a raíz de las mejoras que el Museo lleva a cabo, salieron a la luz unos restos necrológicos romanos. Estos fueron catalogados y retirados por el Museo Arqueológico de Barcelona. Se supone que al igual que lo sucedido en este reducido espacio, habrá otros similares en el subsuelo del Museo.
Alrededor de las 12:15h. dábamos por finalizada la visita no sin antes haber llenado nuestra cámara fotográfica de buenas imágenes y de agradecer a nuestra guía la atención que tuvo para con nuestro grupo que abandonó el Museo satisfecho de la visita realizada. 

Participaron de la actividad: Juan Manuel, Antoni, Joan P, Eva, Mouchine, Adil, Karima i Joan.

 


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